Ruta Reyes Magos en el Sahara

Este fin de año no será como los demás. Tú, tu pareja y vuestro hijo tenéis la oportunidad de vivir una experiencia que trasciende lo cotidiano: acompañar a los Reyes Magos en su travesía por el majestuoso Desierto del Sahara.  Imagina recorrer juntos un mar de dunas doradas, dejar que vuestro pequeño corra sobre la arena suave mientras vosotros contempláis cómo el sol se esconde entre las montañas de arena. Al caer la noche, las estrellas se desplegarán sobre vosotros como un manto infinito, y la magia de Oriente os envolverá en cada suspiro del viento.

Este viaje no es solo turismo, es un regalo que compartiréis los tres: la emoción de revivir la ilusión de la infancia, la unión familiar en un entorno único y la certeza de que estáis construyendo recuerdos imborrables. Porque los regalos de los Reyes Magos pasan, pero esta experiencia quedará en vuestros corazones para siempre.

Este inicio de año os invitamos a vivir una experiencia única y diferente, creada especialmente para familias que desean compartir algo inolvidable. Será un viaje en grupo, con animación y actividades que harán que tanto pequeños como mayores disfrutéis cada instante. Lo más emocionante: conocer en persona a los Reyes Magos en un entorno mágico e inesperado. Esta vez dejaremos atrás el frío del invierno y la nieve de Laponia para disfrutar del calor y la luz dorada del Desierto del Sahara, un lugar que en estas fechas se convierte en un auténtico regalo. Imaginad caminar por las dunas, ver cómo vuestro hijo sigue la estrella que guía a Sus Majestades y descubrir juntos que todo lo que rodea a los Reyes Magos está lleno de ilusión, magia y tradición. Una escapada pensada para vosotros tres, que hará de este comienzo de año un recuerdo eterno.

Día 1. Rumbo a Marruecos: la aventura comienza 

Nuestro viaje empieza con una sorpresa muy especial: Catario y sus inseparables amigos Rastrillo y Pala se cuelan en nuestro vuelo hacia Marruecos, ¡porque ellos también sueñan con encontrarse con los Reyes Magos! Tras un cómodo vuelo directo de menos de dos horas llegaremos a Errachidia, en pleno sur marroquí, donde nos recibirán con música folclórica bereber que marcará el inicio de esta gran aventura.

Desde allí, en vehículos 4x4, nos adentraremos en el valle del río Ziz hasta Erfoud, ciudad a las puertas del Sáhara. Durante el camino disfrutaremos de una espectacular panorámica del palmeral del Tafilalet, con parada para un tentempié, y conoceremos las casas locales. Será la primera oportunidad de descubrir la vida cotidiana en este país de contrastes. Por la noche, cena en el hotel y descanso para reponer fuerzas, con la emoción de lo que nos espera.

Día 2. Tesoros escondidos: pozos milenarios y escenarios de cine

Después de un delicioso desayuno buffet (papás y mamás, no dejéis de probar el famoso té marroquí al estilo bereber, ¡nunca sabrá igual!), partiremos de nuevo con nuestros inseparables compañeros hacia la zona de Jorf. Allí descubriremos un paisaje que parece de otro planeta: llanuras repletas de pozos milenarios llamados khettarat, un sistema de riego con más de 3.000 años de historia.

Seguiremos hacia Jebel Lamdawar, un lugar de cine que ha sido escenario de películas tan conocidas como La Momia, Sahara o incluso Spectre de James Bond, donde se rodó la mayor explosión de la historia del cine. Tras esta experiencia, regresaremos al hotel para disfrutar de tiempo libre y prepararnos para una cena buffet animada con folklore local. La noche culminará en la zona chill out del hotel, perfecta para relajarse y compartir risas en familia.

Día 3. Mercados, fósiles y la magia del desierto

Hoy nos espera un día inolvidable. Tras el desayuno, seguiremos rutas que utilizan famosos rallies hasta llegar a canteras donde podremos buscar fósiles de más de 360 millones de años. Más tarde, alcanzaremos la histórica ciudad de Rissani, construida sobre la antigua Sijilmassa. Pasearemos por su mercado tradicional, el más grande de la región, repleto de artesanos, barberos, herreros… e incluso un curioso parking de burros. Después, atravesaremos paisajes que muestran cómo viven los nómadas bereberes hasta llegar a un oasis donde almorzaremos rodeados de naturaleza. La aventura continuará hasta el impresionante Erg Chebbi, donde cambiaremos los 4x4 por dromedarios para adentrarnos en las dunas y contemplar una puesta de sol mágica.

Al llegar al campamento de haimas, viviremos el momento más esperado: encontrarnos con Sus Majestades los Reyes Magos. Será la ocasión perfecta para entregar nuestras cartas y recibir un adelanto de la magia de Oriente. Tras la emoción, disfrutaremos de una cena bereber con música y folklore antes de dormir bajo un cielo estrellado que quedará grabado en la memoria.

Día 4. Amanecer en las dunas y vida local

Madrugar valdrá la pena para vivir uno de los momentos más hermosos del viaje: contemplar el amanecer desde la Gran Duna. Tras este espectáculo, regresaremos al campamento para desayunar y, en nuestros 4x4, recorreremos el Erg para despedirnos de las dunas. El día nos llevará hasta Merdani, un pueblo casi abandonado, y las minas de M’Fis, con su pequeña comunidad de militares. Después llegaremos a Khamlia, un poblado de origen sudanés donde nos recibirán con danzas tradicionales y el siempre presente té a la menta. Continuaremos con un recorrido por antiguas kasbahs, visitando incluso una residencia del siglo XIX de la familia del sultán Mulay Hafid.

En Erfoud nos espera un almuerzo en una pizzería y, por la tarde, relax en el hotel: juegos con Catario, Rastrillo y Pala para los pequeños, mientras los mayores podrán disfrutar de un hammam, un jacuzzi o un masaje. Y para despedir la aventura, una cena de gala con sorpresas incluidas.

Día 5. Despedida de Marruecos

Tras el desayuno, dispondremos de un poco de tiempo libre antes del traslado al aeropuerto de Errachidia para el vuelo directo de regreso a Madrid. Será difícil despedirse de nuestros compañeros Catario, Rastrillo y Pala, pero lo haremos con el corazón lleno de recuerdos inolvidables. Regresaremos expertos en dunas, en historias del desierto y, sobre todo, en emociones compartidas en familia, después de haber vivido una experiencia mágica junto a los Reyes Magos en el Sahara.

Marruecos es un país milenario, lleno de historia y tradición, pero al mismo tiempo profundamente vivo. Su esencia se respira en cada gesto cotidiano, en sus fiestas, en los rituales y en las costumbres que los marroquíes mantienen con orgullo. Para una familia de 2 adultos y un niño, este destino se convierte en una oportunidad perfecta de descubrir juntos un arte de vivir único, reconocido por la UNESCO como parte del patrimonio mediterráneo.

La mejor forma de sentir Marruecos es pasear por sus pueblos y ciudades, recorrer las estrechas callejuelas de sus medinas y dejarse sorprender por la hospitalidad de su gente. Allí, cada encuentro es especial: quizás vuestro hijo reciba una sonrisa cómplice de un comerciante, o tal vez os inviten a compartir un té verde con menta, servido con todo el ritual y la calidez que caracteriza al país.

Este viaje no es solo turismo, es una inmersión en la cultura viva de Marruecos, donde tradición y modernidad se dan la mano. Cada plato, cada símbolo y cada costumbre os acercará a un estilo de vida que seduce y atrapa. En familia, descubriréis que Marruecos no solo se visita, se vive y se siente en cada rincón.